El lenguaje de un niño dislálico,
si se encuentra muy afectado al extenderse la dificultad a muchos fonemas, puede llegar a hacerse
ininteligible, por las continuas desfiguraciones verbales que emplea, como
ocurre en las dislalias múltiples.
Los errores más frecuentes que encontramos en un
niño dislálico son:
- Sustitución
Error de la articulación en que
un sonido es reemplazado por otro. El alumno se ve incapaz de pronunciar una articulación concreta, y en
su lugar, emite otra que le resulta más
fácil y asequible. Por ejemplo, dice “lata” en lugar de “rata”.
También puede darse este error de
sustitución por la dificultad en la percepción o discriminación auditiva. En estos casos, el niño percibe el fonema, no
de forma correcta, sino tal como el lo emite al ser sustituido por otro. Por
ejemplo, dice “jueba” en lugar de “juega”.
- Distorsión
Hablamos de sonido distorsionado
cuando se da de forma incorrecta o deformada, pudiéndose aproximar más o menos
a la articulación correspondiente. Es
decir, cuando no siendo sustitución, no emite el sonido correctamente.
Las distorsiones suelen ser muy
personales siendo muy difícil su transcripción al lenguaje escrito.
Generalmente son debidas a una imperfecta posición de los órganos de
articulación, o a la forma improcedente de salida del aire fonador. Por ejemplo, dice “cardo” en lugar de
“carro”.
La distorsión junto con la
sustitución son los errores más frecuentes.
- Omisión
El niño omite el fonema que no sabe
pronunciar. En unas ocasiones la omisión afecta solo a la consonante, por
ejemplo, dice “apato” en lugar de “zapato”. Pero también se suele presentar la
omisión de la sílaba completa que contiene dicha consonante, por ejemplo, dice
“lida” en lugar de “salida”. En los
sinfones o grupos consonánticos en los que hay que articular dos consonantes
seguidas, como “bra”,”cla”, etc., es muy frecuente la omisión de la consonante
líquida cuando existe dificultad para la articulación.
- Adición
Consiste en intercalar junto al
sonido que no puede articular, otro que no corresponde a la palabra. Por
ejemplo, dice “balanco” en lugar de “blanco”, “teres” en lugar de “tres”.
- Inversión
Consiste en cambiar el orden de
los sonidos. Por ejemplo, dice “cocholate” en lugar de “chocolate”.
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